CARRETERA DEL PAMIR EN MOTO / 4x4

Viajar por la Pamir Highway es mucho más que recorrer una carretera: es adentrarse en uno de los territorios más remotos e interesantes del planeta. Esta expedición en moto o 4×4 comienza en la ciudad de Osh, al sur de Kirguistán, y se adentra pronto en las montañas, yendo hasta la localidad de Batken en el valle de Ferganá.

Desde ahí, cruzamos la frontera con Tayikistán y pasamos por Khodjent, una ciudad histórica de la Ruta de la Seda. A través de Istaravshan llegamos a la capital, Dushanbe, donde podremos disfrutar de la vida urbana de Asia Central, antes de encarar la verdadera carretera del Pamir de oeste a este.

Así pues, seguiremos hacia el este hasta alcanzar el serpenteante valle del río Panj, frontera natural con Afganistán. Aquí, los paisajes se vuelven más impresionantes y humanos a la vez: pequeños pueblos de adobe, huertos colgados de las laderas y niños saludando al paso de los vehículos mientras avanzamos hacia Kalai Khum y luego a Khorog, corazón cultural de la región del Alto Badakhshan.

Seguimos por el mítico corredor de Wakhan, una antigua vía de la Ruta de la Seda, pasando por Ishkashim y el enclave espiritual de Vrang, donde aún se conservan ruinas budistas. Desde ahí, volvemos a ganar altura para cruzar los vastos y desolados paisajes del altiplano pamirí, rumbo a Murghab, donde las condiciones extremas ponen a prueba tanto a viajeros como a vehículos.

Finalmente, tras una última noche en las alturas, cruzamos de vuelta a Kirguistán por los pasos de Kyzyl-Art (a más de 4.200 metros de altitud) y At-Baikal (el punto más alto, ¡4.665 metros!) y descendemos hacia Sary Tash, ya de nuevo en Kirguistán. Visitaremos el impresionante lago Tulpar-Kul, en la base del Pico Lenin, la segunda montaña más alta de la cordillera del Pamir con 7.134 metros.

El último tramo nos lleva de regreso a Osh, completando así una ruta circular intensa, exigente y que estamos seguros dejará magníficos recuerdos para toda la vida.

La expedición Pamir no es un viaje convencional: es una aventura real, donde cada jornada está marcada por la inmensidad de los paisajes, el contacto con culturas ancestrales.