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Trámites necesarios para un viaje overland

En este post hablaremos sobre un tipo de viaje en concreto, aquél que se realiza en un vehículo particular, por tierra y a través de muchos países, durante un periodo de tiempo más o menos prolongado: un viaje overland a motor, como por ejemplo el Sahara Desert Challenge o el Rally Barcelona a Mongolia – Héroes del Gobi. Para realizar este tipo de viajes, es imprescindible tener toda la documentación necesaria en regla. Esta tarea puede ser bastante tediosa y sacrificada, pero con una pequeña guía sobre qué es lo necesario, todo marcha más rápidamente.

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DOCUMENTOS PERSONALES

Antes de iniciar un viaje es imprescindible disponer de un pasaporte válido y que caduque mínimo seis meses más tarde de la fecha de finalización del viaje. Es decir, que si el 1 de enero es la fecha de vuelta casa, la fecha de caducidad del pasaporte debe ser mayor al 1 de julio del mismo año. Si no se cumple esta condición, es altamente recomendable renovarlo para evitar problemas.

Es esencial también expedir los visados necesarios para los países y las fechas del viaje. En las embajadas de cada país informan de los trámites a realizar y de los costes. Algunos países no requieren visado, otros permiten su adquisición a pié de frontera (The Gambia, Marruecos, etc) y otros exigen llegar a la frontera con un visado válido (Rusia, Mongolia, Kazajistán, Senegal, Mauritania…), algunos incluso con carta de invitación. En estos casos, se pueden sacar todos los visados antes de partir, o bien si se dispone de mucho tiempo para viajar, intentar tramitarlos en la capital del país anterior al de destino (esta opción sólo está recomendada en caso de disponer de mucho tiempo, pues los trámites pueden demorarse muchísimo).

Otro documento importante es el carné de vacunaciones. Dependiendo de la zona del mundo a la que viajemos, se exigirán una serie de vacunas u otras. Para ello, debes consultar tu centro de vacunación internacional más cercano para que te asesoren sobre las medidas preventivas que debes tomar, y te administren las dosis de aquéllas vacunas obligatorias.

Si vas a conducir el vehículo debes expedir el carné de conducir internacional en DGT. Tiene una validez de un año y es imprescindible para conducir por el extranjero.

Y por último, debes disponer de un seguro de asistencia personal que cubra específicamente los países que vas a visitar, la actividad que vas a realizar (en caso de que participes en un rally de larga extensión o un viaje de aventura extrema, por ejemplo) y las fechas.

DOCUMENTACIÓN DEL VEHÍCULO

Debes llevar encima toda la documentación del vehículo en regla. Esto quiere decir que, para vehículos españoles, se debe llevar el permiso de circulación del vehículo, la ficha técnica y la carta verde del seguro.

En las fronteras terrestres es necesario acreditar la titularidad del vehículo y garantizar su salida legal del país. Muchos países tienen estrictas normas acerca de la importación o el tránsito de vehículos. Para cumplir estos requisitos, el propietario debe estar físicamente presente en los cruces de frontera para que se pueda contrastar su pasaporte con el permiso de circulación. Es decir: los inspectores de frontera quieren ver que la persona con pasaporte X consta como propietaria del vehículo X, y que ambos están intentando entrar juntos al país. Si esta situación no puede darse (por ejemplo porque el propietario es una empresa o ha cedido el vehículo a un tercero y no ha hecho el viaje), debe expedirse un documento notariado conforme el propietario da poderes al conductor del vehículo para llevarlo a través de esos países y durante esas fechas. Dicho documento debe ser compulsado por el colegio de notarios y, además, en muchos casos, por los consulados de los diferentes países por los que se va a circular. Es altamente recomendable incluir traducciones compulsadas en los idiomas oficiales de los países, para facilitar la tarea de los inspectores aduaneros.

Además, en muchos países se exigirá una garantía por el vehículo para impedir que se abandone o venda en su territorio. Esta garantía es el Carnet de Passages en Douane (CPD) y se puede expedir en cualquier oficina del RACE. Para formalizarlo, se debe expedir un aval por el importe del vehículo que será devuelto una vez el mismo regrese al país de origen. Antes de partir es necesario informarse de si los países que se cruzarán lo requieren, pues de no disponerlo se puede negar la entrada al mismo. Países como Senegal e Irán lo exigen.

Para aquellos países en los que la carta verde del seguro no tenga validez se podrá comprar un seguro válido en la misma frontera. Estos seguros suelen ser vendidos por agentes independientes, a pié de frontera, por un precio negociable y de una duración reducida (un mes, dos meses, etc). Cada país es un mundo, así que en cada frontera será necesario negociar y comprar con el agente de turno.

DINERO

Hoy en día se puede sacar dinero de los cajeros o de las entidades bancarias sin ningún tipo de problemas. Ante la complicación de obtener moneda de los países que se visitaran si se van a cruzar muchas fronteras terrestres, la recomendación es llevar dólares o euros en efectivo (dependiendo de si la zona visitada tiene más influencia de dólar o euro) e ir cambiando en las fronteras pequeñas cantidades que nos permitan llegar hasta la primera ciudad, donde podremos sacar más dinero en una entidad bancaria, que nos aplicará un mejor tipo de cambio que la caja de cambio o el cambista callejero o de frontera.

¿Cuánto llevar? Esta pregunta depende de cada uno y de su modo de viajar, pero una de las soluciones más efectivas es planear un presupuesto diario y multiplicarlo por el nº de días totales que estaremos, y sumar aparte gasolina y otros conceptos. De este modo tendremos una orientación más o menos acertada del dinero real que necesitamos; a partir de aquí, siempre es mejor tener en la cuenta corriente un buen colchón económico para emergencias, imprevistos u otras circunstancias.

SEGURIDAD DURANTE EL VIAJE

Es importante no perder toda esta documentación durante el viaje. Por ello, mi recomendación personal es que el pasaporte siempre esté pegado a ti, junto a tu tarjeta de crédito y algo de dinero en efectivo. Hay muchos artilugios para este fin; el que yo uso en concreto es este, el billetero oculto Newfeel (disponible por ejemplo en Decathlon). Discreto, no molesta, se lleva debajo de la camiseta y permite llevar pasaporte, algunas tarjetas y unos pocos billetes.

Además, recomiendo llevar las llaves del vehículo por duplicado y una de las copias colgada del cuello con un cordón, para así no perderla nunca y tenerlas siempre encima, como el pasaporte. Esta solución es muy personal pero me ha resultado altamente efectiva en muchos viajes.

Mi tercera recomendación es colgar todos los documentos del viaje en la nube, bien sea en el correo electrónico, en una cuenta de Dropbox o en otro sistema, para tener acceso en cualquier momento que pueda ser necesario. Es una medida redundante de seguridad que nos permitirá, por ejemplo, volver a imprimir un billete de avión en un cybercafé o una copisteria en caso de pérdida.

Finalmente, la mayor recomendación en este tipo de viajes: mantener un perfil lo más bajo posible. Esto implica aplicar el sentido común: no ostentar en la medida de lo posible, llevar un vehículo lo más discreto posible, ser amable, discreto y aceptar de buena voluntad las circunstancias que nos depare el viaje, etc. No hay nada peor para generar posibles incidentes que un turista cabreado porque las gestiones van lentas, o un turista indignado ante un evento que no ha ido exactamente como él había previsto. Se deben aceptar las situaciones del viaje tal y como vengan y gestionarlas sobre la marcha, aceptando que el viaje es algo dinámico, fluctuante, y nunca nada sale al 100% como está previsto. No perder los nervios y ser capaz de reaccionar es clave para mantener este perfil bajo y, además, para permitirte disfrutar del viaje en sí, pues a veces lo inesperado es lo que termina siendo lo mejor del periplo. Nunca debemos olvidar que el que viaja visita la casa de otros y, por tanto, debe adaptarse a lo que ve y no puede pretender exigir que las cosas sucedan como él desea. Se debe alcanzar un equilibrio entre exigencia y cesión, algo que no es fácil pero que, una vez alcanzado, permite disfrutar del viaje al cien por cien.

Espero que esta pequeña guía haya resultado de utilidad. ¿Qué otras medidas de seguridad tomas en el viaje o qué consejos añadirías?